Muestra la belleza clásica resistente en la temporalidad, como lo antiguo permanece en la actualidad. En el proceso de sus obras se encuentra un lado religioso clásico y un lado moderno. Tomando como referencia a la máxima expresión de pureza y santidad que son las vírgenes, con miradas hacia el cielo buscando el bien y quizás despojándose del mal terrenal que quedo abajo. Las coronas son una constante en esta serie, refiriéndose a la religión pero también demuestra poder, belleza, y gratitud. El lado moderno se construye desde otro gusto particular por el grafitti, y crear en el conjunto una desestabilización estética, dos mundos unidos, dos épocas opuestas, lo clásico vs lo moderno. La dualidad.